IMPULSA IGUALDAD Castilla y León denuncia que las líneas regionales, a pesar de su gratuidad recientemente instaurada, no disponen, en algunas rutas, de autobuses accesibles para personas con discapacidad usuarias de silla de ruedas
Desde IMPULSA IGUALDAD Castilla y León denuncian la falta de autobuses accesibles para personas usuarias de silla de ruedas en las líneas de transporte público interurbano, en concreto en la ruta regular Íscar-Valladolid, que se incorpora hoy lunes, 15 de septiembre, a la bonificación de la tarjeta digital Buscyl para personas empadronadas en municipios de la comunidad autónoma.
Alfonso Noé Prado Gascón, usuario de silla de ruedas eléctrica y residente en Íscar, lleva desde 2023 denunciando la falta de autobuses adaptados que le permitan desplazarse con autonomía desde su pueblo hasta la capital, “un hándicap con el que me encuentro continuamente”, se queja Noé. “En mi caso, siempre tengo que recurrir a que me lleve algún amigo o familiar o pagar un taxi, ya que los autobuses interurbanos de Íscar a Valladolid, según la empresa concesionaria, a fecha de hoy, no están disponibles para los usuarios en silla de ruedas”, a pesar de solicitar el servicio con suficiente tiempo de antelación.
El Real Decreto 1544/2007, de 23 de noviembre, por el que se regulan las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los modos de transporte para personas con discapacidad establece las condiciones básicas de accesibilidad al transporte por carretera, entre ellas, las aplicables a “todos los servicios de transporte público regular permanente de viajeros de uso general interurbanos”, entre otras medidas, “deberán reunir, en todas sus expediciones”, “reserva de plazas para personas con discapacidad cercanas a los accesos al vehículo”, algo que no sucede en el caso de la citada ruta.
Específicamente, “en los servicios cuyo itinerario discurra íntegramente dentro de una comunidad autónoma y dispongan de 10 o más vehículos adscritos, el 10 % de estos, como mínimo deberá cumplir estos requisitos”, que se eleva al 20 % en el caso de Castilla y León, contemplado en el Decreto-Ley 2/2009, de 5 de noviembre, para garantizar la estabilidad del sistema concesional de transporte público regular interurbano de viajeros por carretera.
También, el Real Decreto 1544/2007 especifica que estas regulaciones, “siempre que ello sea técnicamente viable en condiciones de seguridad, se aplicarán, sin sobrecoste alguno para el usuario” a la “admisión de sillas de ruedas con motor eléctrico y escúteres […], “que cumplan la norma UNE-EN 12184 […], cuyas dimensiones máximas de longitud y anchura sean, respectivamente, de 1.300 por 700 milímetros”, circunstancia a la que se ajusta la silla de Noé.
Ante este escenario, este usuario de Íscar presentó una reclamación ante el Procurador del Común de Castilla y León, que admitió a trámite el pasado mes de enero. Desde esta institución están realizando las “investigaciones pertinentes” ante la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, organismo competente en la materia.
Por parte del Servicio Territorial de Valladolid de dicha consejería, le enviaron un informe en el que le comunicaban que la empresa concesionaria “cumple con el requisito de contar con un 20 % de la flota vinculada a esa concesión adaptada a las condiciones básicas de accesibilidad”, pero en otras rutas, no en la de Íscar, como denuncia Noé, hecho por el que se ha visto obligado a recurrir a otros medios con el consecuente mayor gasto. “Me siento discriminado, deberían tener en cuenta las necesidades reales”. Actualmente, está a la espera de respuesta de la Inspección de Transportes para informarle de las conclusiones y actuaciones que pudieran proceder, tras la audiencia prevista para la empresa concesionaria.
Desde IMPULSA IGUALDAD Castilla y León reclaman que los autobuses accesibles se destinen a las rutas en las que hay demanda por parte de las personas con discapacidad y que las empresas concesionarias no solo se atengan al cumplimiento del porcentaje mínimo de flota accesible que contempla la ley, sino que sea un servicio verdaderamente útil y no solo un número sobre el papel.