“NUESTRO OBJETIVO ERA REUNIR A TODAS LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD PARA TIRAR JUNTOS HACIA ADELANTE”

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Volvemos a la provincia de Segovia para seguir conociendo el trabajo de las entidades miembro de la federación IMPULSA IGUALDAD Castilla y León. En esta ocasión hablamos con María Antonia Gómez Crespo, presidenta de la Asociación Coordinadora de Personas con Discapacidad de Castilla y León y de AMUDIS, quien lleva más de 30 años dedicada a la defensa de derechos de este colectivo en la provincia

María Antonia Gómez Crespo (Sangarcía, Segovia, 1948) es presidenta de la Asociación Coordinadora de Personas con Discapacidad de Castilla y León y de AMUDIS. La Coordinadora nace el 11 de junio de 1980, con el fin de defender con carácter reivindicativo los derechos y las necesidades específicas de las personas con discapacidad. Su principal ámbito de actuación en la provincia de Segovia, así como Castilla y León, con el objetivo que su voz llegue a todos los municipios y autonomías, instituciones privadas, sindicatos y en general a todos los organismos, foros y ciudadanía.

¿Cómo surgió la asociación?

En aquel entonces todavía no estaba en la asociación, pero se siguió la tradición que había por aquella época de nombrar a estas entidades con terminología religiosa, de las vírgenes. Fuimos Asociación Virgen de la Fuencisla, la patrona de Segovia, hasta que la fuimos renovando, en contra de algunos asociados, para desvincularnos de la Iglesia. Pusimos el nombre de Coordinadora para que no fuera muy impactante el cambio para ellos y hasta ahora. Éramos unas setenta personas, principalmente procedentes de pueblos. 

Más de 40 años de historia dan para muchas vivencias y proyectos. ¿Cuáles consideras que son los grandes hitos de la asociación?

Muchos, tanto a nivel local como nacional. En su momento, fue muy rompedor la atención de los asistentes sociales que teníamos, que iban a las casas de la gente para ver los problemas que tenían las personas con discapacidad y sus necesidades.

También el servicio de fisioterapia que, en el caso de los pueblos, era más complicado llevarlo o que las personas vinieran a Segovia a hacer la rehabilitación. Es lo que más reclamaba la gente, servicios de cercanía. 

Desde que comenzaste tu presidencia, ¿cuáles recuerdas especialmente?

Empecé en 1990 y desde entonces hemos pasado etapas muy malas, pero también muy buenas. A nivel de la asociación hemos reivindicado por todos los lados el estado que teníamos las personas con discapacidad y también el que tenía Castilla y León, que era una gran problemática. Recibíamos ayudas a nivel nacional desde el ministerio, pero teníamos miedo del papel que iba a tener la Junta, que en aquel momento solo existía con el nombre, a que pudieran dejarnos fuera.

¿Cuál ha sido el papel de la asociación para las personas con discapacidad de la provincia de Segovia? ¿Cómo ha evolucionado la inclusión de las personas con discapacidad en la provincia en estas décadas?

Nuestro objetivo era reunir a todas las personas con discapacidad para tirar juntos hacia adelante. Fue una labor complicada de trabajar con ellas, de hacerles entender la importancia de estar en una asociación y de hacer reuniones con ellas. Lo más difícil fue explicárselo y que lo entendieran. En el ámbito nacional, tuvimos ayuda y ejemplos como en San Sebastián, la más avanzada, Valencia…

Como asociación miembro del Consejo Sectorial de Accesibilidad de la ciudad de Segovia. ¿Qué avances o mejoras habéis conseguido?

La verdad es que con el ayuntamiento nos encontramos con menos problemas que con las personas con discapacidad. Sabe que estamos ahí, controlando lo que hace y cómo lo hace. En el tema de la accesibilidad ha cambiado poco, pero bastante a mejor, como en los autobuses, en la obra pública que realizan… Ahí estamos luchando. En algunas ocasiones no nos han llamado y han cometido errores como por ejemplo en seguir poniendo aceras, cuando ya no tendría que haber, que son uno de los problemas para las personas con discapacidad.

Para estas reivindicaciones hemos tenido un buen respaldo de la prensa, que han visibilizado nuestro punto de vista de la discapacidad y nos han ayudado a contar lo que es la vivencia de la discapacidad. Siempre se han portado muy bien con nosotros.

¿Qué servicios o apoyos ofrecéis actualmente?

El servicio de fisioterapia es el más demandado. También impartimos cursos, sobre todo de internet y nuevas tecnologías. Hay muchos problemas porque no hay acceso a él, hay muchos pueblos que no tienen.

Tres décadas después de la Coordinadora, en 2010, creáis también en Segovia AMUDIS “con el fin de defender los derechos de las mujeres y niñas con discapacidad, dar a conocer, difundir y resolver la problemática que viven y denunciar toda situación de marginación social”. ¿Por qué dais este paso?

Vimos la necesidad de tener que asociarnos como mujeres, aunque algunos compañeros no estaban de acuerdo. La idea surgió en 2002 tras hablar con compañeras de Valencia, San Sebastián, Asturias… en un encuentro internacional en la capital valenciana, organizado por Juana Andrés Cambra, de la Asociación de Mujeres con Discapacidad XARXA, con participación de países como Inglaterra, Cuba, además de muchas asociaciones de España. En ese momento, vimos que teníamos que dar ese paso. En principio, ellos no entendían por qué, pero lo hicimos y se lo explicamos.

Vimos que la realidad de las mujeres había sido muy acomplejada, siempre por debajo de los hombres, y que éramos las que tirábamos del carro para favorecer a todos. Así que cuando decidimos crear la asociación, se sintieron sorprendidos y celosos porque nos veían visibles y tenían miedo a que pudiéramos dejarlos en el camino, cosa que nunca ha sucedido.

Valencia fue para nosotras un punto y aparte. Nos vinimos arriba porque vimos que éramos más fuertes de lo que pensábamos. Teníamos idealizados a otros países, pero nos dimos cuenta de que aquí estábamos trabajando mucho. Fue un apoyo moral para seguir hacia adelante para el empoderamiento que hemos tenido con las mujeres, de hacerles cambiar de mentalidad, de que tienen que ser ellas mismas las que luchen para salir adelante y no quedarse atrás.

Como asociación miembro del Consejo Municipal de la Mujer del Ayuntamiento de Segovia, ¿qué labor lleváis a cabo?

Hemos luchado para estar representadas el 8 de marzo y el 25 de noviembre. En el ayuntamiento cuando ven a mujeres con discapacidad se asustan un poco. Eso bueno, porque cuando preparan algo y ellos proponen una localización, nosotras les decimos si es accesible o no, les decimos ahí hay dos escalones, ahí no hay baño adaptado… En general, ha sido importante enseñar a los ayuntamientos sobre la accesibilidad. Avanzar en este ámbito y en el empoderamiento ha sido muy complejo, pero ahí estamos avanzando.

¿Qué otros servicios y actividades realizáis dirigidas a mujeres y niñas con discapacidad?

Principalmente nos piden la fisioterapia, cursos de todo tipo, pero sobre todo el psicólogo. Desde el tiempo de la pandemia no hemos podido dejarlo, es un servicio continuo, donde siempre ha habido mayoría de mujeres. En general, las familias se han quedado muy desvinculadas de las personas con discapacidad. Antes podían llevarlas al médico, a terapias, pero ahora, por sus trabajos, que les quitan un día de permiso o vacaciones por estas tareas, y que ya no tienen tiempo, ha provocado una situación muy problemática.

¿Cómo ves a estas asociaciones en los próximos años? ¿Qué retos tenéis por delante?

Bloquear la violencia contra las mujeres y saber que pueden superarlo. Es algo que tienen que entender todos, que nosotras estamos para ayudarlas, pero se lo tienen que creer, que ellas son capaces.